
Amasijo de sensaciones sinsentido.
Un mundo sin tiempo.
Una larga lista.
Sueños realizables no cumplidos.
La carga de un siniestro mentor.
El revoltijo de recuerdos en mi cochera.
Una lágrima en tu mejilla.
Mi boca esbozando una sonrisa.
Los niños hablando con el horizonte.
Mi vida un instante.
Instantes gravados en piedra, como en mi memoria, como en la tuya; lo que es importante.
El monstruo bajo la cama.
Y en la cama nosotros.
Las voces se apagan.
Los hombres lloran.
Las mujeres consuelan a sus hombres.
Y una estúpida película en domingo.
Jugamos a la comida.
La comida insiste en enfermar de amor.
Las tardes son largas, los días son extensos, pero los momentos son memorables.
Sinceramente no hay remedio para mi.
No hay remedio para nadie.
Pero aún así está la soga, confiable, sólo tendría que comprarla.
No tengo dinero.
Patético, triste, risueño, filosofo, retrograda en mi propia idiosincracía, con amigos, con sueño, enfermo de amor.
Mis dedos hablan y dicen estas cosas.
Mi mente se niega a creer que salen de mi.
Pero aqui está.
Lo más parecido a un poema que yo puedo escribir.
Con dedicación:
Para mi pareja y para mis amigos,
no sé que escribí así que por favor nadie se sienta ofendido.