viernes

Desmadrugado - GTFU

Hoy, me he despertado a las 4 de la mañana y aunque al principio creí que sería una posibilidad volver a dormir, creo que no es posible.

Me puse a analizar que será lo que me está quitando el sueño los últimos días y creo que es fácil de responder. Hace un mes exactamente decidí terminar una relación muy larga (4 años exactamente) y ha sido una de las decisiones más difíciles que he tomado en la vida y más difíciles de realizar también (porque hasta cierto punto quiero creer que lo hice de la mejor manera, cara a cara y afrontando las consecuencias).

Y mañana, bueno, mañana es un día muy importante porque bueno nos hemos estado viendo semana con semana para dar una continuidad a una posible amistad, que ya me han dicho varias veces "No puedes ser amigo de tu ex" pues veremos, yo no soy como todos y voy a intentar las cosas, uno nunca sabe ¿O sí?

Y digo que mañana es un día muy importante porque él se muda de la ciudad y se va al otro lado del país por lo que mañana nos despedimos indefinitivamente, lo que le da un "closure" a la relación que ya muchos desearían, creo que eso es lo que me está quitando el sueño y no me ha dejado descansar porque a pesar de todo, ha sido una etapa muy importante de mi vida, que me ha hecho madurar y crecer un poquito más (como persona) y estaré eternamente agradecido por los buenos momentos, y por los malos aún más, porque esos errores ya no los vuelvo a cometer y esa experiencia me ha cultivado como persona y me ha convertido en lo que hoy soy.

Espero después recuperar mis hábitos de sueño normales, porque no he podido dormir bien.

A continuación una lista de las acciones/actividades/decisiones más complicadas que he hecho en mi vida:

- Terminar una relación.
- Despedir un grupo de personas.
- Renunciar a un trabajo.
- Salir de mi casa (para independizarme).

Y sin duda la que más complicada fue, ha sido la primera (no entraré en detalles).

En una semana regresaré a una normalidad, que no es normal, porque por primera vez en la vida, estaré solo.

jueves

Nos hacemos los interesantes

¿En tan poco tiempo no hay nada que me interese? Sí, digo, no importa. Tenemos la conciencia clavada en una idea especifica de como debe ser el camino a la felicidad y, atrapados por este concepto no logramos disfrutar en nuestras narices.

Pero retomando ¿Qué piensan? ¿Son tan limitadas sus conversaciones? Seguimos el mismo template siempre y no logramos pasar de un

hola
hola
cómo estás
bien y tú

...
...
...

No importa, pero pónganle imaginación, esto es estándar. Otra cosa ¿Para qué nos hacemos los difíciles? Dignidad, orgullo, entre otras cosas; no perdamos el tiempo.

Disculpen mi perorata (cómo si alguien leyera esto), vuelvo mis pensamientos a este blog, para después analizar mi estado en estos momentos.

No tenemos nada que perder.

domingo

Mientras esperas

Hace unos días estaba en la calle esperando el camión, perdido en las posibilidades infinitas de mi smartphone, viendo al infinito pero al mismo tiempo sin ver nada cuando un anciano se acerco y comenzó a decir:

- Tengo los secretos de tus amigos guardados en esta bola de cristal, con ella tienes la posibilidad de conocer todo lo que hay que conocer de ellos.
- ¿De qué me puede servir? Si eso que me dices ya lo puedo hacer - le contesté.
- Pero no en la profundidad y oscuridad que yo te estoy ofreciendo, piénsalo bien -dijo.
- ¡Váyase, viejo loco! - le grité.

El anciano se alejo mientras decía unas palabras en un idioma que no entendí, y regresé la mirada perdida a mi smartphone, ensimismado, ni siquiera consciente de lo que me acababan de decir, ni de las implicaciones cuasi mágicas que el anciano había ofrecido.

Y mi mirada se dirigió una vez más al infinito una vez más.

Mientras esperaba.

La inspiración de las 4:00 PM

Hay días en los que tu mente vaga a callejones de pensamientos que ni siquiera sabías que existían en tu mente y de repente comienzas a ver nuevas puertas y nuevos horizontes (en plural).

Hay historias que se han quedado sin contar, olvidadas y que desean salir, pero están ya entumecidas y se mueren por estirar sus extremidades y alcanzar a alguien que las pueda leer, pero para eso su recipiente debe comenzar a sacudirlas, aligerarlas, comenzarlas a mover con la frecuencia que se movían antes.

¿Qué pasó con la historia de Isabel? La anciana que era visitada por su marido putrefacto, ya hacía muchos años muerto.

La historia del universitario que mientras esperaba en una fila interminable en la autopista por culpa de un terrible accidente, se veía arrastra a una aventura apocalíptica al ritmo de la lista de reproducción de su ipod.

La historia de la cabaña, que traía de vuelta tus demonios, y te llevaba por ese camino de árboles gigantes, con un desenlace sin respuesta.

¿Dónde están las historias?

¿Dónde está la inspiración?

¿Sigue ahí?

Vamos a escarbar.

Deben estar ahí.